La nutrición es la ciencia que estudia los procesos biológicos relacionados con la absorción, el metabolismo y el aprovechamiento de los nutrientes de los alimentos por el cuerpo humano. La dietética es la disciplina que transforma el conocimiento más actual sobre nutrición en menús saludables, adaptados a las necesidades fisiológicas, objetivos y gustos personales.
En España, la ley 44/2003 de 21 de noviembre sobre ordenación de las profesiones sanitarias define a los dietistas-nutricionistas como los titulados universitarios competentes profesionalmente que, “desarrollan actividades orientadas a la alimentación de la persona o de grupos de personas, adecuadas a las necesidades fisiológicas y, en su caso, patológicas de las mismas, y de acuerdo con los principios de prevención y salud pública”
La visión que muchas personas tienen de un dietista-nutricionista suele reducirse a menudo a la del “dietista que hace dietas” para la pérdida de peso, pero ésta es solamente una de las muchas competencias que tiene un dietista-nutricionista que desarrolla su profesión dentro del ámbito clínico. Además de ese, existen otros muchos sectores en los que puede participar. Por ejemplo, en el ámbito comunitario o de la Salud Pública actúa desarrollando y participando en estudios, guías alimentarias, cursos de formación, programas de intervención y de políticas alimentarias. En el ámbito de la restauración colectiva participa en todo el proceso de gestión y organización de servicios de alimentación en comunidades: empresas, guarderías, colegios, hospitales, residencias de la tercera edad, etc. En la industria alimentaria asesora en temas de composición nutricional y coopera con los departamentos de marketing y de I+D+I (innovación de nuevos productos). Como docente puede ser formador en centros públicos y privados en los que se imparten conocimientos sobre alimentación, nutrición y salud; y por supuesto como investigador, integrado en equipos multidisciplinares participa en la investigación en áreas de alimentación, nutrición y salud.
Quizás una de las figuras más conocidas dentro del ámbito clínico es la del nutricionista deportivo. Aunque por desgracia en el creciente sector del fitness muchas personas sin formación se atreven a dar consejos sobre alimentación, y lo que es más grave, a recomendar suplementos dietéticos de dudosa utilidad o seguridad. Una pauta de alimentación e hidratación personalizada es imprescindible en las personas comprometidas con el deporte, con el objetivo de optimizar el rendimiento y de reducir la posibilidad de padecer lesiones musculo-tendinosas.
La nutrición pediátrica es también un campo en el que poco a poco los dietistas-nutricionistas empiezan a tener presencia, gracias a la formación específica recibida en este área, y debido en parte a la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil en España (41% en 2015).
- Tienes mucha más información sobre las competencias de un titulado universitario en Nutrición Humana y Dietética en este documento de consenso sobre el perfil de las competencias.
El dietista-nutricionista en el ámbito clínico y hospitalario
Según la European Federation of the Associations of Dietitians (EFAD): “El dietista es una persona cualificada y legalmente reconocida para poder aconsejar una buena alimentación, tanto para grupos de personas o de individuos en buen estado de salud, como de los que necesitan un régimen terapéutico”. Se podría ampliar añadiendo: teniendo en cuenta las preferencias personales, socioeconómicas, religiosas y culturales.
Dentro del ámbito clínico, no todo es elaborar dietas para el tratamiento del sobrepeso y de la obesidad. Existen patologías que tienen como causa principal una mala alimentación, o bien otras que precisan de cambios dietéticos adecuados para mejorar la sintomatología y la calidad de vida, es decir, como tratamiento coadyuvante.
Uno de los principales objetivos del dietista-nutricionista es el de trabajar en la prevención y tratamiento de las enfermedades no transmisibles (ENT), es decir, aquellas de carácter crónico y que además suelen requerir de un tratamiento (farmacológico) de larga duración. El patrón alimentario de una persona juega un papel clave a la hora de incrementar o reducir el riesgo de padecer este tipo de afecciones, que por otro lado son la principal causa de muerte o de pérdida de años de vida con buena salud. Seguro que has oído hablar de algunas de ellas: obesidad, enfermedades cardiovasculares (aterosclerosis, hipertensión, cardiopatías...), algunos tipos de cáncer (cólon, mama, endometrio, hígado…), diabetes tipo 2, esteatosis hepática, etcétera.
Dentro del ámbito clínico, además de la dietoterapia, el dietista-nutricionista utiliza otras herramientas para mejorar la alimentación del paciente y aumentar su adherencia a un tratamiento. Uno de los retos es el de conseguir involucrar a las personas en la mejora de sus hábitos alimentarios, más allá de seguir una dieta temporalmente. Facilitar el empoderamiento personal es el camino más seguro para la mejora del estado de salud, sin embargo, suele ser el camino más largo y difícil, también para el profesional de la salud que trata de fomentarlo.
El intrusismo sanitario: estafa y peligro para la salud
Un dietista-nutricionista es un profesional sanitario que debe de estar en posesión del título universitario de diplomado (o graduado) en Nutrición Humana y Dietética. En este sentido, comprobar que un profesional que ejerce en consulta posee el número de colegiado correspondiente es un buen comienzo.